Es común que durante las primeras semanas del ciclo escolar, los profesores dediquen tiempo para aplicar exámenes diagnósticos sobre los conocimientos académicos que posean los alumnos. ¿Pero cuánto tiempo dedicamos para integrar al grupo de forma emocional y colaborativa? ¿Y para detectar alumnos con Necesidades Educativas Especiales?
¿Qué pasaría en nuestras aulas si le diéramos prioridad a la integración emocional y social de nuestro grupo de alumnos en lugar de los exámenes diagnósticos de conocimientos?
Sin duda es importante que nuestros alumnos adquieran los conocimientos académicos que les impartimos, pero de alguna forma, hemos dejado de lado el asegurarnos que desde el inicio de ciclo escolar, propiciemos un ambiente favorecedor para el desarrollo emocional y social de los pequeños.
De acuerdo a los estudios realizados sobre este tema, el no integrar apropiadamente al alumnado, se corre el riesgo de que los más vulnerables sufran rechazo, ya sea por sus condiciones particulares, la forma como hablen, como se vean o como se comporten.
Es una conducta inherente del ser humano el elaborar juicios, y si no existe un mediador entre los que son dados a enjuiciar y los enjuiciados, se pueden llegar a crear conflictos de rechazo que desemboquen en acoso escolar (bullying). La intervención del profesor es pieza clave en la enseñanza de las habilidades y comportamientos sociales que se deben practicar en el aula y los estudios han demostrado que la relación profesor-alumno basada en altos niveles de apoyo y bajos niveles de conflicto correlacionan con el sentido de pertenencia a la escuela, mejores relaciones con los iguales y menores niveles de problemas de conducta.
Es por ello que es fundamental llevar a cabo actividades integradoras durante las primeras semanas del ciclo escolar.
Una estrategia que ha demostrado contundentemente su eficacia es llevar a cabo Juegos Colaborativos con tu grupo. Este es un tema que merece todo un apartado, por lo que en nuestro próximo blog hablaremos sobre ello.
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Fuente:
García B. (2013) Aulas como contextos de aceptación y apoyo para integrar a los alumnos rechazados. Apuntes de Psicología. Vol. 31, número 2, págs. 145-154. Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental.
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