Caso actual
Tradicionalmente se podría pensar que los alumnos con aptitudes sobresalientes "no dan problemas", es decir, que son muy cumplidos, no presentan conductas disruptivas, son líderes natos, saben todo muy bien y toda otra serie de virtudes.
La realidad es de que algunos de estos alumnos pueden presentar una serie de conductas que los mete en problemas muy frecuentes y que debido a la intensidad, puede llegar hasta a creerse que el alumno tiene TDAH o cualquier otro trastorno parecido.
En mi clase de este ciclo escolar tengo un pequeño de 7 años cuyas habilidades lingüísticas son excepcionales: termina todos sus trabajos mucho antes que los demás, sabe todas las respuestas, su capacidad de análisis es asombrosa, cuando el resto del grupo está en plena indagación, este alumno ya acabó y no espera turno, se adelanta y dice las respuestas de cada uno.
A estas alturas del curso, el niño tiene conciencia cabal de sus capacidades, pero no tiene empatía por los demás: los humilla criticando lo "mediocre" de sus trabajo en comparación del suyo, se burla de los que se equivocan, etc. Conclusión: el alumno se mete en conflictos con los demás por estas conductas.
Y como suele suceder, quisimos hacer responsable a la mamá por todo esto, es decir: que la mamá arreglara todos estos improperios. Pero no caí en esta tentación. Tomé las riendas del caso y vi una excelente oportunidad para aplicar lo que llevo todo el año predicando: #ComoGanarteATusAlumnos. Llevo 3 semanas aplicando las siguientes estrategias.
Estableciendo un ambiente armonioso en el aula.
Para poder alcanzar la armonía entre tantas quejas de cada alumno a causa de la conducta del niño en cuestión, empezamos por dejar de alimentar la conducta disruptiva, en otras palabras, la técnica de ignorar las palabras de crítica e insulto. Mucha gente a alzado la ceja cuando planteo esta estrategia, pues la respuesta inmediata es "¿Pero cómo crees que voy a ignorar la conducta? ¡Tengo que llamarle la atención al alumno!". Pero paradójicamente, el reaccionar a la conducta disruptiva, la refuerza más. En Conductismo, la técnica de Extinción tiene que ver con "ignorar" la conducta (no reaccionar a la conducta per se) si no, ofrecer otros estímulos cuando la conducta se presente. En clase, lo que estamos haciendo es continuar con la lección aunque se presente la situación, hablé con cada pequeño e hicimos acuerdos para no reaccionar, les dije "yo se que tus trabajos son muy bonitos y muy bien hechos, no le hagamos caso a esos comentarios". Yo procedo a calificar, hago las observaciones sobre lo bien que están hechos los trabajos, y cuando el alumno hacía comentarios, nadie le volteaba a ver. Al cabo de dos semanas de aplicar esta estrategia, el alumno por fin dejó de hacer comentarios sobre los trabajos de sus compañeros y se concentró en hacer lo suyo. ¡Ya no hubo más quejas!
Darle al alumno momentos de aprovechar todo su potencial
Al principio fue un poco complicado, pues él quería hacer todo y no dejaba a nadie participar. Pero al asignarle trabajo específicos tales como "trabajar en equipo" con alguno de los alumnos que más trabajo les cuesta, fue una gran oportunidad para que conectara con sus compañeros, demostrara sus capacidades y se sintiera útil. He sido muy generosa con los reforzadores sociales empleados en esta estrategia, dejándole bien en claro, que gracias a su ayuda, sus compañeros que estaban atrazados, han mejorado. Mi alumno ha cambiado la perspectiva de su interacción con sus compañeros: antes era todo competir contra ellos para dejarlos en ridículo, ahora es trabajar con ellos de forma cooperativa.
Aplicar Principio de Premack para establecer límites.
El Principio de Premack opera de la siguiente forma: Condicionar al alumno a la ejecución de la conducta que más trabajo le cuesta recibiendo como recompensa aquella que más le gusta. Ejemplo: a mi alumno le fascinan los legos. Se le permitió llevar sus legos al aula, los cuales puede jugar 10 minutos antes del final del día si durante la clase siguió las normas de convivencia. ¡El Principio de Premack es infalible!
Al día de hoy, las conductas que más conflicto causaban han disminuido bastante: ya no insulta, ya no critica, y seguimos poco a poco, conducta por conducta. Y lo mejor de todo: sin necesidad de involucrar a los padres de familia cayendo en círculos viciosos dar-queja/regaño al alumno/esperar que los padres solucionen los desafíos de mi aula.
Para modificación de conductas existen muy diversas estrategias que son adaptables a cada contexto. No dudes en comunicarte con nosotros para mayor información.
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