Cual perseguida política, las mamás de mi grupo hicieron marcha para exigir mi destitución.
"Es que quieren que le hagas como le hacía el maestro del año pasado".
Era nueva en esta escuela, pero no enseñando. Además me sentía muy satisfecha y segura de mi misma con los entrenamientos previos en educación de vanguardia. Estaba lista para dar lo mejor de mi, y aplicar en mi trabajo todo lo aprendido. Había tomado diplomados en Proyectos por Competencias, Diseño en Evaluación, Juegos Cooperativos y estaba segura que mis preciadas capacidades iban a ser suficientes para dar el ancho.
Las madres de familia me recibieron con recelo, especialmente el grupito de mamás que mueven al resto, las calladas que nunca dicen nada y que hacen lo que dice el grupito, desde luego, no dijeron nada. Aún así estaba dispuesta a demostrar que podía llenar sus expectativas.
Mientras tanto, me apliqué en mis planeaciones. El grupo de 5º año tenía un excelente nivel de inglés. Le expliqué a mi coordinadora que implementaría el trabajo por proyectos para que los alumnos aplicaran sus habilidades en actividades más concretas del uso del idioma inglés, lo que le pareció fabuloso. Formé equipos, diseñé rúbricas de evaluación y los bosquejos de los proyectos.
Al principio los alumnos estaban muy contentos con esta nueva forma de trabajo, pero una por una empezaron a llegar las quejas:
- ¿Porqué no les está dejando tarea? - ¡Claro que tienen tarea!, deben hacer sus trabajos de investigación.
- ¿No les va a dejar trabajo en la libreta? Es que para mi es más fácil revisar la libreta y ver en lo que van trabajando.
- Es que no le entiendo al proyecto - ¿Ya revisó la libreta? Mandé recado indicando las instrucciones.
Y cosas así.
Posteriormente, me entero, que más de diez mamás ya habían ido con la Coordinadora y a la Dirección a quejarse por esta forma de trabajo. Hasta ese momento, tanto Coordinación como Dirección habían hablado a mi favor y les habían pedido a las señoras que me permitieran la oportunidad de demostrar la calidad del trabajo.
Pero parece que eso no las convenció. Poco después, cierto día muy temprano en la mañana, ese grupo de diez mamás, estaban con pancartas a la entrada de la escuela exigiendo mi destitución. Estaban dispuestas a no dejarme entrar al colegio. Por alguna extraña coincidencia del destino, se me hizo tarde ese día, y llegué cerca de las 8am a la escuela - se supone que debía llegar 7:30am a más tardar - y ya no las alcancé a ver, porque los directivos las convencieron de desistir, que iban a hablar conmigo.
Así que ese día tuve una larga reunión con mi coordinadora. En resumen me dijo:
- Vas a tener que hacer las cosas como el profesor del ciclo pasado. Eso es lo que quieren.
- ¿Pero y entonces? ¿Mis proyectos?
Resulta que el profesor del ciclo pasado, les dejaba mucha tarea: muchos ejercicios gramaticales, repeticiones, tareas interminables en el libro, páginas y páginas para contestar.
- Yo no se de que forma, por medio de ese tipo de trabajo, mis alumnos van a llegar al nivel que deseo. Ya no están en 4º grado ¡Es Quinto!
- Por favor pregúntale al profesor el tipo de trabajo que hacía, y lo incorporas a tus planeaciones. Y también vas a tener que dejar de hacerlos trabajar en equipo. A las mamás no les gusta que sus hijos estén con los latosos o con los que no saben. La mamá de Fulanita dijo que a su hija no le gusta estar con Perenganito, y que como él no sabe mucho inglés, se desespera y la cansa mucho el tener que ayudarlo.
- Pero si precisamente por eso los sentaba juntos, porque ella sabe muy bien inglés y Perenganito es nuevo y no sabe. ¡Esto es constructivismo!
- Vas a tener que dejar de hacerlo, que te ayude otro con Perenganito. Y pones las mesas y bancas en filas otra vez.
Y así fue como las madres de familia, en un colegio particular, lograron someter a la miss de Inglés. Después de eso no duré mucho ahí. Fue deprimente. Los dejé a que regresaran a la tradicionalidad de su sistema educativo.
Esto es común, también he vivido el hacer lo que las mamis piden.
Tambien el que pidan libretas bonitas y libros terminados aunque el grueso del grupo no avance al ritmo de los niños más hábiles.
Es triste y desesperante.