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Las NEE: Los Trastornos del Aprendizaje

En el sector educativo, ha existido una cuestión que siempre ha inquietado a los profesores: la situación de los alumnos que no aprenden al mismo ritmo que los demás.




Para el profesor, puede resultar ser un desafío el tratar de jalar a esos alumnos al nivel de los otros, pues el sistema y los padres exigen resultados y es muy frecuente sentirse frustrado por este aparente fracaso como docente.


¿Qué hay de los alumnos de los que claramente nos percatamos que a pesar de los muchos esfuerzos no logran el mínimo de avance esperado? ¿Y qué hay de aquellos que claramente tienen una deficiencia y aún así se les debe tener en el salón? ¿Están los profesores debidamente instruidos para trabajar estas situaciones? ¿Qué otros trastornos se derivan de ello?


Hace décadas, en aquéllos países donde empezaron a prestar atención a este fenómeno, se pensaba que “la satisfacción de [las] necesidades [de esos alumnos] formaba parte de las responsabilidades de los maestros”. Ellos tenían que ver cómo sacaban adelante los programas y que los alumnos los aprendieran. Se hicieron modificaciones, tanto de programas de ayuda, hasta denominar adecuadamente a estos alumnos. Así surge el término “Necesidades Educativas Especiales”. ( Gross, J., 2004. Necesidades educativas especiales en educación primaria: Una guía práctica. Ministerio de Educación y Ciencia. Madrid)


Una de las principales cuestiones que saltan a la vista de las Necesidades Educativas Especiales son los problemas escolares que se derivan de ellas: Los Problemas de Aprendizaje, los cuales se caracterizan por presentar “nociones de daño cerebrales, hiperactividad, formas leves de retraso, ajuste socio-emocional, dificultades del lenguaje, sutiles formas de sordera, problemas perceptivos, torpeza motora como la mala coordinación de sus sentidos y sobre todo, dificultades en la lectura…” , “Los problemas de lento aprendizaje son fácilmente observables en los infantes, ya que presentan características comunes, como el hecho de ser hiperactivos o inquietos. Suelen ser muy inteligentes, pero aunque están dotados de esa facultad no pueden aprender a leer o escribir de manera correcta, sin embargo, logran una gran fluidez en el lenguaje oral” (García, E., 2007. Un Juego Didáctico para niños con dislexia. Tesis profesional. Universidad de las Américas Puebla. pp. 13-14)


Seguramente más de un docente se ha topado con un alumno con estas características, podría comentar con todo detalle los retos que se vive a diario él, pero , ¿Qué estrategias implementa para poder apoyar a estos niños? ¿Quiénes son los que intervienen para primeramente detectar niños NEE y sus problemas de aprendizaje?


En el año 2010, el Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE), publicó una serie de indicadores y formatos orientados a la detección de NEE y sus respectivos Problemas de Aprendizaje, para los niños de Educación Básica. La detección se encamina a identificar todas las conductas y rasgos que están impidiendo al estudiante alcanzar las metas de desempeño que se esperan para su edad y grado escolar. Hace énfasis que “el instructor debe ser un observador atento, interesado en encontrar respuestas novedosas a las situaciones particulares de aprendizaje de sus alumnos “(pp. 5), lo cual, pone nuevamente en las manos del docente, parte importante de la detección e intervención. Ciertamente los padres de familia y terapeutas estarán (o deberían de estar) hombro a hombro con el profesor, pero es definitivo que, debido a que es en el salón de clases donde con mayor predominio se manifestarán las dificultades, recae sobre los hombros del docente la responsabilidad de llevar a cabo las estrategias. (CONAFE, 2010. Guía de Observación para la detección de necesidades educativas especiales, con o sin discapacidad, en niños de educación básica)


Si hay una profesión en la cual la labor sea más diversa, debido a la gran cantidad de situaciones especiales que se presentan, es la de un profesor frente a grupo de educación básica. Este profesionista debería tener a la mano todas las herramientas necesarias para poder ayudar de la manera apropiada a sus alumnos, en especial a los que tienen problemas de aprendizaje. La comunidad educativa bien puede exigirle al profesor los resultados que se esperan del alumno, pero ¿quién está realmente consciente de que los alumnos avanzan a diferentes pasos? ¿Quién está realmente consciente de que hay alumnos que no aprenden al mismo ritmo y que hay que trabajar con ellos de alguna manera diferente?


No dudes en contactarnos y hacernos saber tus dudas e inquietudes sobre este tema.Tanto si eres profesor o padre de familia, hay una respuesta para cada situación en particular.

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