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Foto del escritorTrisya Meza

Las implicaciones conductuales y legales del manejo de la disciplina en el aula.

Siglo XXI. Los cambios socioeconómicos del mundo actual impactan radicalmente a la familia. Dichos cambios alteran, irremediablemente, las esferas a su alrededor. Una de ellas: el ambiente escolar.


Muchos docentes estará de acuerdo conmigo de que uno de los desafíos más grande que enfrentan los maestros hoy en día es la disciplina en el aula: alumnos tan difíciles de tratar, criminales en potencia y, por si fuera poco, padres de familia que por un lado solapan estas conductas, exageran las situaciones y amenazan con demandas o reportes a la CNDH y por el otro extremo, tienen abandonados a sus hijos en todos los aspectos y no hay forma de hacerlos partícipes en la educación de sus hijos.


Empecemos por lo primero: alumnos difíciles de tratar. A diferencia de generaciones pasadas, hoy en día, la cantidad de alumnos con conducta disruptiva en el aula, ha aumentado en proporción. Antes eran la excepción, ahora son la norma. Los docentes coinciden que se debe a la falta de educación en casa, de que los infantes y adolescentes están descuidados, no se les enseña a comportarse, a respetar, a tener buenos hábitos de estudio, metas en la vida, a ser cumplidos, etc. A lo cual debo de decir que estoy de acuerdo. El sistema familiar está en crisis y por lo tanto, esta pequeña célula, base de toda sociedad, no está cumpliendo con las responsabilidades que tradicionalmente se le atribuyen. Existen varias razones para que esto esté ocurriendo y de acuerdo a la tendencia, no se ve que haya vuelta atrás. Al día de hoy, la estructura de la familia, ha cambiado de forma permanente, y el reflejo de este cambio ha de verse por consecuencia en la conducta de los más chicos.

Veamos cuales son los escenarios en los que nuestros alumnos se están desarrollando:

  1. Familia en la que ambos padres trabajan todo el día y los hijos están a cargo de algún familiar, por lo regular los abuelos.

  2. Familia en la que ambos padres trabajan todo el día y los hijos no están a cargo de nadie, los hermanos se cuidan entre si, y pasan solos la mayor parte del tiempo.

  3. Familia en donde uno de los progenitores, por lo regular el padre, vive y trabaja lejos de la familia. El otro cónyuge debe fungir como padre y madre para cubrir las necesidades de los hijos.

  4. Familia monoparental. El progenitor trabaja todo el día y cuenta con momentos cortos para ver a sus hijos.

  5. Familia donde existe abuso físico y sexual de un cónyuge al otro y sobre los hijos también.

  6. Familia donde existe abuso de drogas y alcohol.

  7. Familia con progenitores que tienen trastornos mentales.

  8. Familia con progenitores patológicamente sobreprotectores.


Estas y otras situaciones son las que rodean la vida de la mayoría de nuestros alumnos. Ante tanta irregularidad en su vida, los problemas de conducta son la consecuencia.


Y como docentes, esto es frustrante, porque las antiguas técnicas de control de grupo, ya no están siendo efectivas, pues parece que son contraproducentes. Ya no se les puede llamar la atención a estos infantes y adolescentes, porque no solo ellos, sino también padres de familia se nos echan encima. Y para empeorar todo, ahora con la tendencia actual de llamar a los Derechos Humanos para la cosa más mínima, este tipo de situaciones no lograr solucionarse, sino terminan con el docente "crucificado" y sin una estrategia clara para abordar estos casos, que cada vez escalan más.


La propuesta que Soluciones Educativas Integrales ofrece es la siguiente:

  1. Que el docente se empodere de su aula mediante la implementación efectiva de técnicas de Modificación de Conducta que abordamos en el proyecto #ComoGanarteATusAlumnos, las cuales son aplicables también al trato con padres de familia.

  2. Crear una red de apoyo legal al docente, en donde se gestione y promueva la creación de leyes en protección a la integridad física y emocional de los maestros, en donde se declare ilegal la amenaza verbal y física hacia los servidores de la educación, en donde tenga cabida la investigación de situaciones legales por medio de pruebas y testigos.


Estoy convencida de que si a los docentes se les enseñara los principios psicológicos de la conducta humana, disminuirían sus problemas en el trato a sus alumnos.

El salón de clases es territorio de docente. Podemos quedarnos a esperar a los padres de familia que cumplan con aquello que tienen años sin hacer, o podemos tomar las riendas de nuestra profesión y poner orden en aquello que fuimos entrenados a hacer: instruir a infantes y adolescentes.

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