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Las Habilidades del Siglo XXI: urgente cambio en las Técnicas de Enseñanza-Aprendizaje


Vivimos en tiempos de cambio. El siglo XX se ha quedado atrás y ya no es posible seguir viviendo bajo los mismos estándares de enseñanza con los cuales crecimos. Nuestros hijos se están enfrentando a retos para los cuales no los estamos preparando de forma adecuada. Y es entendible, pues ninguno de nosotros nos imaginamos como sería este siglo, por lo tanto, tendemos a replicar nuestros propios esquemas para que nuestros hijos los apliquen en su diario vivir.


La gran mayoría de nosotros, los nacidos en el siglo XX, fuimos educados para ser empleados, no emprendedores ni creadores de ninguna empresa ni proyecto. Había una seguridad de que nuestras capacidades serían ocupadas para formar parte de la maquila de bienes y servicios clásica del Siglo XX. Pero ahora, con la quiebra y desaparición de muchas compañías, las condiciones de trabajo, y el surgimiento de nuevas tendencias empresariales, ser empleado ya no es conveniente ni en términos económicos.


Serán nuestros hijos los creadores de las nuevas tendencias empresariales del Siglo XXI, y para ello, es urgente que cambien los estándares de educación para que en lugar de estar educando empleados, las escuelas empiecen a educar EMPRENDEDORES.


¿Pero cómo se va a lograr eso?


Cambiando la finalidad de la enseñanza. En lugar de hacer que los alumnos aprendan y memoricen contenidos, y bajo ellos sean evaluados, ahora deberían aprender y aplicar estrategias para la presentación de los contenidos. Digo, ya que es importante que los alumnos adquieran conocimientos académicos, no dejarlos de lado, pero no hacer del conocimiento académico la finalidad de la enseñanza, sino solo el medio.


Les voy a explicar:


En lugar de tener como fin aprenderse la vida de Benito Juárez, desarrollar medios para la presentación de la vida de Benito Juárez y a parte de ello, analizar como ha repercutido hasta nuestra época sus decisiones como Presidente de México. Y esto lo deben de presentar los alumnos. no el docente. El profesor de aula ya no necesita pararse al frente a dictar o disertar sobre el tema. Eso lo deben hacer los alumnos.


Las Habilidades de Siglo XXI, las describe la UNESCO como "capacidades de pensamiento de orden superior, resultados de aprendizaje profundos y capacidades complejas de pensamiento y comunicación". Esto se puede lograr haciendo este cambio profundo en la orientación de la educación, que el alumno sea capaz de Explicar. Exponer, Diferenciar, Asignar, Reconocer, Expresar, Producir, Analizar, Utilizar, Valorar, Apreciar, Reflexionar, Describir, Experimentar, Clasificar, Inferir, Indagar, Identificar, Comparar, y muchas otras más acciones listadas en los Aprendizajes Claves para la Educación Integral en el Nuevo Modelo Educativo, del cual, para variar, muchos docentes se han sentido incapaces de poder adaptarse y que muchos padres de familia aún no lograr vislumbrar su importancia. Debo decir que esto es el resultado de haber sido educados bajo modelos educativos que no contemplaban la situación de la necesidad de adaptarse a nuevas circunstancias. Ciertamente, a finales del Siglo XX, se creía que ya no podría haber más cambios en nada, que se había llegado a la culminación del desarrollo de la raza humana en todos los aspectos... pero nada más lejos de la realidad.


En el Informe Delors (1996), elaborado por la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI, se propuso uno de los primeros marcos para determinar las competencias necesarias en este siglo. Las cuatro perspectivas del aprendizaje descritas en este informe emblemático (a saber, conocimiento, comprensión, competencias para la vida y competencias para la acción) siguen siendo puntos de referencia y principios de organización pertinentes con miras a determinar las competencias para el aprendizaje en el siglo XXI. Asimismo, en el Informe Delors se establecieron cuatro principios presentados como los “cuatro pilares de la educación”: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a vivir juntos. El marco de Delors sigue siendo de actualidad y se puede redefinir y ampliar para el siglo XXI. Los cuatro pilares se resumen a continuación:



  • Aprender a conocer: combinando una cultura general suficientemente amplia con la posibilidad de profundizar los conocimientos en un pequeño número de materias. Lo que supone además: aprender a aprender para poder aprovechar las posibilidades que ofrece la educación a lo largo de la vida.

  • Aprender a hacer: a fin de adquirir no sólo una calificación profesional sino, mas generalmente, una competencia que capacite al individuo para hacer frente a gran número de situaciones y a trabajar en equipo. Pero, también, aprender a hacer en el marco de las distintas experiencias sociales o de trabajo que se ofrecen a los jóvenes y adolescentes, bien espontáneamente a causa del contexto social o nacional, bien formalmente gracias al desarrollo de la enseñanza por alternancia.

  • Aprender a vivir juntos: desarrollando la comprensión del otro y la percepción de las formas de interdependencia -realizar proyectos comunes y prepararse para tratar los conflictos- respetando los valores de pluralismo, comprensión mutua y paz.

  • Aprender a ser: para que florezca mejor la propia personalidad y se esté en condiciones de obrar con creciente capacidad de autonomía, de juicio y de responsabilidad personal. Con tal fin, no menospreciar en la educación ninguna de las posibilidades de cada individuo: memoria, razonamiento, sentido estético, capacidades físicas, aptitud para comunicar...


Mientras los sistemas educativos formales propenden a dar prioridad a la adquisición de conocimientos, en detrimento de otras formas de aprendizaje, importa concebir la educación como un todo. En esa concepción deben buscar inspiración y orientación las reformas educativas, tanto en la elaboración de los programas como en la definición de las nuevas políticas pedagógicas.




FUENTES:

Delors, J. (1996) La Educación Encierra un Tesoro. Informe de la UNESCO de la Comisión

Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI



Luna, C. (2015) EL FUTURO DEL APRENDIZAJE 2 ¿QUÉ TIPO DE APRENDIZAJE SE

NECESITA EN EL SIGLO XXI? Investigación y Prospectiva en Educación.

Documentos de Trabajo. UNESCO

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