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La Bella Durmiente y el megaoperativo "Quema de Ruecas".

¿Qué fue lo que falló?


En México estamos de luto. El día de hoy se suscitó una tragedia: un alumno de 6º grado de primaria abrió fuego contra su profesora y compañeros del salón. Es la segunda vez que ocurre en nuestra nación.

Desde luego no se han dejado esperar los comentarios de condolencias, otros de justicia, otros de condena. La sociedad, en especial los docentes exigen justicia, y que se incrementen las medidas de seguridad para que puedan ejercer su profesión sin que su vida corra peligro.

De entre las varias medidas, se ha anunciado el reforzamiento del operativo "Mochila segura", el cual faculta a la escuela a registrar las mochilas de todo el alumnado. Pero... ¿en realidad esta medida va a asegurar que no ocurra algo parecido otra vez?


No pude dejar de acordarme de La Bella Durmiente. Recordemos este cuento: la bella recién nacida princesa es maldecida por la bruja de que al cumplir los 16 años moriría al tocar la aguja de una rueca. Y el rey de tan ilustre reino ordena que todas las ruecas - si, todas - fueran quemadas (yo me pregunto como le habrán hecho para hilar la lana los pobre hilanderos).

Y en efecto, todas las ruecas del reino fueron destruidas. Y no obstante ello, a la princesita se le megaprotegió, cambiándole de nombre y ocultándole el peligro del cual era objeto. La infante creció ignorante de la amenaza que había contra su vida.

Y así pasaron los 16 años y las hadas estaban tan seguras de que ya había pasado lo peor, bajaron la guardia en el último instante y ¡zaz! la bruja malvada lleva su propia rueca y hace que la niña caiga.

No importó el operativo real, en cuanto los adultos a cargo de la princesita dejaron de hacer lo que les correspondía, la tragedia ocurrió.


¿De verdad quemar las ruecas fue lo efectivo? Claro que no.

¿Esconder a la princesa y mantenerla ignorante de la amenaza ayudó? Definitivamente que tampoco.


¿Quizá si se hubiera enseñado a la princesa a hacer frente de la posible amenaza hubiera sido mejor? ¿Enseñarla a reconocer signos de alerta? ¿Hablarle claramente y sin tapujos sobre lo que Maléfica le quería hacer?


Yo creo que una combinación de todas las anteriores, hubiera sido mucho mejor. Otro cuento estuviéramos leyendo.



Creo que por si solo, el operativo Mochila Segura no es la solución. Es todo un conjunto de estrategias, en donde la atención al menor, abordando las situaciones que lo hacen vulnerable, siempre será el mejor curso de acción.

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